La Hermandad de la Concupiscencia (parte 4)

Continuación de la Hermandad de la Concupiscencia...

Llegamos a casa muy avanzada la madrugada. Estaba exhausto, no tenía fuerzas ni para entrar a casa, quería dormir. Me habían pagado 700 euros por aquella noche de iniciación. Jorge ganó 500 euros comiendo culos y recibiendo pollones de desconocidos. Recuerdo entrar riéndome abrazado a Jorge pero a la vez estaba muy cansado. Fue entrar a casa y caer en la cama. Dormimos juntos. Abrazados como una parejita. Me había reído mucho con Jorge todo el camino. Somos muy parecidos. Los dos tenemos un cuerpo delgadito...

La Hermandad de la Concupiscencia (parte 3)

Continuación del relato de iniciación a una Hermandad secreta

Recuerdo haber pasado toda la semana muy cachondo. Demasiado. No recuerdo haber pasado tantos días seguidos así. Mi compi se aseguraba de que yo no saliera en horas nocturnas de casa o de que quedase con algún follamigo. Jorge se lo tomaba muy en serio. Nadie debía saber nada, pero tampoco podía mantener relaciones sexuales con nadie. ‘Aguanta hasta el sábado y verás como todo tendrá sentido’ me decía con insistencia mi amigo. El jueves por la noche enviaron un correo a mi compi indicando que el resultado d...

La Hermandad de la Concupiscencia (parte 2)

Continuación del relato de iniciación a una Hermandad secreta

Jorge me contó algo aquella noche pero no todo. No podía esperar a la mañana siguiente para que mi compañero me contara todo lo que ocurría, no habría conciliado el sueño. ¿Cómo podía él entender que dos desconocidos me dieran doscientos euros simplemente por haberme visto follar? No quiso desvelar mucho, ni el lugar donde iríamos ni nada de lo que allí sucedería. Jorge me contó que había participado en aquel misterioso encuentro con aquellos señores alguna vez, tres veces en total me llegó a confesar luego...

La Hermandad de la Concupiscencia (parte 1)

Comienzo de mi relato sobre la iniciación en una hermandad secreta

Todo lo que voy a tratar de relatar está basado en hechos tan reales como mis recuerdos me permiten expresar. Mis recuerdos no deben estar muy alterados pues no ha transcurrido mucho tiempo entre la afortunada noche con la que comienzo la historia y estas horas que dedico a narrarla.

Mi nombre es Rubén y tengo 19 años. Soy un marica convencido desde bien jovencito. Lo que narro sucedió una noche de octubre que había salido muy cachondo del piso que comparto con Jorge, mi compañero de facultad. Esa noc...

Follada grupal en público

Experiencia real de cuatro tíos en un local gay

Comienzo reconociendo que fui un chico bastante introvertido. Los escenarios que me planteó la vida e incluso mi historia personal esculpieron mi personalidad. Haber pasado gran parte de mi infancia y adolescencia en un centro religioso acabó por mermar mi propia seguridad y autoestima. Durante años me sentí sucio por experimentar atracción por mis compañeros de clase, en parte, por la brutal imposición tradicional de los curas, a los que, por otra parte, se les imponía una falsa castidad que saciaban a bas...

El follamigo 2 (El reencuentro)

Hechos reales. Tras el relato anterior, quedo por fin con mi antiguo follamigo. Tres años después, Jose sigue estando igual o mejor que entonces. Quizás más cañero...

Anoche, tras escribir el relato anterior, volví a hablarle para repetir la escena en el mismo lugar. La verdad que no recuerdo un polvo como ese. He tenido pareja durante un par de años y creo que nunca he sentido ese calentón dentro de mi cuerpo como el que sentía con ese tío.

Me dijo que no podía recogerme, que su coche lo necesitaba su hermana. Pensé que habría buscado a otro que le pusiera el culo. Me dio un pequeño bajón, pues quería volver a sentir lo que habíamos hecho hacía ya tres años. Al po...

El follamigo

Hechos reales. Tras recibir un mensaje al móvil de un antiguo follamigo, recuerdo nuestro último polvo al aire libre con el chico 'hetero' de 28 años.

Mi nombre es Rubén y me gustaría iniciarme en el relato erótico como una forma de confesión a otros, desde la distancia que me ofrece el anonimato.

Hace apenas una semana, me escribió un mensaje a través de Whatsapp alguien cuyo número desconocía. No es de extrañar, pues resultó ser Jose, un antiguo follamigo con el que no volví a quedar desde hacía bastante tiempo. Creo que hacía tres años que no sabía de él.

El chico tenía, por entonces, 28 años y una novia bastante sosa por lo que me contaba....