Día en el castillo (2)
Este conjunto de relatos usa mucho del sexo más sucio y de actos violentos. Por tanto, no lo abras si esos temas te molestan. No sirve de nada quejarse después.
PetitPierre me pidio permiso para salir conmigo, y se lo concedí a ambos, que escogieron unos buenos potros capados. Naturalemente, me imitaron y salieron sin ropa ellos y sin silla los caballos. Apenas cinco o diez minutos de ir al paso, taconeé a mi entero, y empezamos una fuerte galopada. Los dos negros, que eran muy buenos para tratar con los animales, no lo eran tanto para cabalgar, así que al poco cayó uno y se detuvo el otro. Yo seguí a todo galope por los campos, disfrutando del aire, la veloc...