En el mercado

Mientras esperaba a que me atendieran, un tipo me agarró las nalgas, le reclamé y terminamos cogiendo.

Hola, antes que nada déjenme decirles que  soy (¿o era?) una ama de casa como la mayoría. Me dedicaba a cumplir mis labores de hogar de la mejor manera posible, arreglar mi casa, hacer de comer, educar a mis hijos, mantener contento a mi esposo, etc. Mi marido trabaja mucho y por eso no tiene tiempo para dedicármelo a mí, y la verdad, nunca me había importado porque sabía que él se preocupaba por nosotros.

Mi vida era de lo más normal, hasta que en una ocasión en la que no pude ir al mercado aco...