Prima ganosa y primo ponedor
Estaba encantada por su cara, estaba llena de deseo, algo de furia, pensaba en su lengua recorriendo mi piel. De pronto me penetró, solté un grito, me dolió. No lo esperaba, de una embestida metió su verga completita, la sentí enorme. Te gusta? Me preguntó. Te voy a partir Joel, despacio. Me lastimas Estabas bien cachonda en el elevador. No te hagas la inocente. Te voy a tratar bien pero no me digas cómo coger.
Este lugar me parece perfecto para confesar lo que jamás ha sabido nadie. El encuentro que tuve hace un par de años con quien pasé buena parte de mi infancia, Joel, mi primo. Desde que tengo memoria y hasta sus 15 años, Joel vivió conmigo y mis padres; asistimos a los mismos colegios y había fungido como un hermano mayor, me cuidaba y estaba al pendiente de mí, a pesar de que sólo me llevaba 4 años.
Cuando estaba por terminar la secundaria, mis tíos decidieron mandar a Joel a un internado en San Fran...