Cachonda e infiel
Despúes de 10 años, Gabriel mi primer hombre llega nuevamente a cambiar mi vida. Un encuentro inesperado, me enseño a gozar del sexo para convertirme en una esclava de mis deseos.
Siempre recordamos la primera vez y guardamos un grato recuerdo de ese hombre tan especial quien nos robo a la niña para convertirnos en la mujer. Recuerdo a Gabriel, mi tercer enamorado. Mi cuerpo había manifestado los signos de desarrollo desde muy temprana edad. Para entonces tenía 16 y gozaba de una hermosa y delicada figura aunque siempre resaltaron mis preciosas pompas envidia de mis celosas amigas y deseo de muchos chicos.
Gabriel supo ganarse mi amor, cuando pienso en él siempre lo hago...