Los zapatos rojos
No siempre el divorcio es un adiós
Me pongo los zapatos rojos que alguna vez compramos en un viaje a Roma, me dijiste que sería la mujer más sexy del mundo si solo usaba ese calzado y unas bragas que también había pillado ese día , y cuando llegamos al hotel comprobamos que no estabas errado, y los usaré por qué necesito un buen recuerdo en este desagrable momento .
Hoy firmamos los papeles del divorcio, después de tanto tiempo juntos tomamos la decisión de separarnos, la monotonía nos atrapó y la solución es es que cada uno tome su p...