Cuando la calentura aprieta (13)
Sigo con mis andadas
Ni que decir tiene, que tras la mañana de placer que pase con Sandra, todos mis remordimientos se borraron de mi cabeza.
Decidí no rayarme más y disfrutar de mi furor sexual. Volví a mi rutina. Raro era el día que no tenía que masturbarme.
Aunque ahora estaba más caliente que nunca, no pude quedar con Migue, ya que los estudios lo tenían retenido. Tampoco me atrevía de decirle a Sandra de repetir la mañana que habíamos tenido, ya que no me gusta forzar las cosa. Creo es más placentero el que sur...