Mi tía Clara (4)

Sexo con mi tía y su amigo. Mi primera vez con un hombre.

Tía Clara 4º

A partir de aquel momento fueron muchas más las veces que mi tía entraba en mi sexo con sus dedos, o con otros instrumentos un poco más grueso. Y lo cierto es que aunque la primera vez me molestaban, después me relajaba tener su dedo o esos palitos ahí mientras que ella me tocaba por fuera, o me lamía por encima el coñito. En ocasiones notaba que desde dentro se abría y se cerraba ese agujerito cuando me venía el gusto, y se me llenaba la garganta y casi no podía respirar de lo que...

Mi tía Clara (3)

Mi tía me prepara para los hombres.

Tía Clara 3º

A partir de ese día, un señor apareció en nuestra vidas. Venía sólo un día por semana al principio, y sólo se quedaba a comer. Era muy educado, cariñoso y me traía siempre regalitos encantadores. A mi me caía bien, pero me enfurecía que jugara a "mis juegos" con mi tía, aunque yo nunca los hubiera visto hacerlo.

Aquel hombre se llamaba Luis, y me decía que le llamara tío Luis. Era guapo, mayor que mi tía. Tenía el pelo negro y muy alto, muy fuerte, siempre bien vestido y usaba...

Mi tía Clara (2)

Sigue enseñándome y me propone sexo con hombres.

II parte

Yo seguía creciendo, y jugando con mi tía a sus juegos, a todos lo que ella proponía, que me encantaba. Muchas noches nuestras historias se alargaban tanto que al día siguiente andaba medio dormida al colegio y mi rendimiento comenzó a decaer. La tutora mandó llamar a mi tía y le dijo que yo estaba empezando a flaquear en los estudios y que me dormía en clase muchos días. Que estaba quizá en una pubertad anticipada y que vigilara mi sueño para que pudiera recuperarme. Se me veía ya muy...

Mi tía Clara

Mi tía me introduce en el sexo y me enseña su oficio.

I Parte

Desde que tengo memoria vivo con mi tía. Ella me contó que siendo muy niña mis padres murieron en un accidente de tráfico y que ella se encargó de mi educación, y de criarme porque yo tenía poco más de cuatro años.

Desde siempre me acarició cuando me bañaba y después untaba todo mi cuerpo de aceite de almendras, me decía que yo tenía una piel preciosa y que si la cuidaba sería la mujer más bella del mundo. Y desde que fui a vivir con ella cuando me acostaba en mi cama se sacaba un p...