Tequila Reposado
Cómo unos tragos de Tequila Reposado lograron quitarnos lo penosas
Fue a mediados de un junio hace ya algunos años. Tenía yo un Renault gris de cuatro cilindros. Con él tomaba las curvas de esa carretera muy peligrosamente. Si, quería comerme los kilómetros a la mayor brevedad posible todo con tal de llegar corriendo a ti. Ese dichoso letrero a la derecha del camino que decía “Tepoztlán 4” era la señal inequívoca que me indicaba que ya casi llegaba a tus brazos. Leerlo me provocaba cosquillitas y mariposas en el estómago.
Recuerdo tanto los colores de las paredes...