Mi madura gordita
La deseaba desde que la conocí, sus gorduras y falta de pudor me provocaban continuamente, hasta que llegó la ocasión y la aproveché.
Mi madura gordita.
No se como había comenzado, pero allí me encontraba lamiendo su inmenso culo, el sudor recorría el interior de sus nalgas y su olor era poderoso, envolvente.................ya me entendéis; llevaba todo el día de limpieza en su casa y la verdad es que toda ella estaba completamente sudada, aunque esto no es nada de extraño dado su volumen. Tenía tantas ganas de poseerla, de lamerla por entero, que me parecía increíble encontrarme allí, entre sus nalgas................. ...