Mi empleada madura (2)
Esta vez fue mas excitante, porque me comí a la hija también y estaba virgen.
Después del excitante episodio contado en Mujer de Campo, me puse un short de baño y una polera y fui hasta un arroyuelo del cual baja una cascada ideal para una ducha. El agua fría, bajo la temperatura de mi cuerpo caliente por el sol y por el encuentro con Maria. Al regresar a la casa, debía pasar por un lugar que servia de lavadero ya que por ahí pasaba una vertiente con un agua deliciosa, llevaba unos tachos para llevar agua para la comida. Al acercarme divise a Maria que estaba lavando ropa en un...