De cómo mi adorada mamá pasó a ser mi putita (18)
Mi madre sigue haciendo de prostituta para mi, vendo sus servicios en mi beneficio, Mi abuelo y yo nos follamos a Anna, y mi madre encuentra un macho que la revienta, sorprendiendome.
Mi madre continuó pagando mi moto a plazos. El padre de Sara se la iba cobrando fallándose a mi madre a gusto. Tampoco era excesivamente costoso para ella.
- No está mal, hijo. Es un hombre correcto, no me cuesta demasiado, no tiene perversiones raras. Lo paso bien.
Yo siempre la acompañaba a los encuentros con él y la iba a buscar después. Me excitaba recogerla recién prestado el servicio de puta pagadora, saber que hacía bien poco esa piel suave había estado en manos de otro, sobada y babeada....