Abrázame en silencio

A estas alturas de la vida, uno no está solo, y es un crimen crear falsas esperanzas, que no se van a cumplir.

Abrázame en silencio

Me escribió ella:

-Abrázame en silencio, sin palabras abrázame fuerte, no digas nada déjame sentir tu piel, de mar mojada; déjame oír tu corazón que el mío graba. -Susúrrame al oído lo mucho que me amas susúrrame palabras esperadas créeme si te digo: - estoy enamorada. -Créeme; mi ser angustiado, te reclama. -Cúbreme con brazos y mirada, cúbreme y toma éste amor en llamaradas. -Escúchame cuando te llamo en pensamiento, escúchame, te necesito, no te miento. -Bésam...

¿Puente?

Más que un muro, parece un puente.

Girnalda para todos los hombre, mujeres y niños, que por la falta de atención de los gobiernos de los Estados Unidos de América y de México, tienen que convertirse en "ilegales", arrostrando además de su necesidad de trabajo, la total falta de interés en proporcionarles un nivel de vida justo y acorde con su legal interés por un trabajo que les permita llevar a sus familias tortillas de maíz ganadas con honrradéz.

Y, de manera extensiva a todos los hombres, mujeres y niños que por circunstancias...

Autswich, a sesenta años... ¿de su liberación?

Autswich; verguenza de la humanidad, que León Felipe, con su poema nos invita a no olvidar nunca.

Autswich

" Estos poetas infernales, Dante, Blake, Rimbaud que hablen más bajo... que toquen más bajo... ¡Que se callen! Hoy cualquier habitante de la tierra sabe mucho más del infierno que esos tres poetas juntos. Ya sé que Dante toca muy bien el violín... ¡Oh, el gran virtuoso! Pero que no pretenda ahora con sus tercetos maravillosos asustar a ese niño judío que está ahí, desgajado de sus padres... Y solo. ¡Solo! aguardando su turno en los hornos crematorios de Auschwitz. Dante......

Micaela

Pasó con su madre. ¡ Qué rara belleza ! ¡ Qué rubios cabellos de trigo garzul ! ¡ Qué ritmo en el paso ! ¡ Qué innata realeza de porte ! ¡ Qué formas bajo el fino tul ! . . .

Pasó con su madre. ¡ Qué rara belleza ! ¡ Qué rubios cabellos de trigo garzul ! ¡ Qué ritmo en el paso ! ¡ Qué innata realeza de porte ! ¡ Qué formas bajo el fino tul ! . . . Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡ me clavó muy hondo su mirar azul ! Quedé como en éxtasis . . . Con febril premura. " ¡ Síguela ! ", gritaron cuerpo y alma al par. . . . Pero tuve miedo de amar con locura, de abrir mis heridas que suelen sangrar, ¡ y no obstante toda mi sed de ternura, cerrando los ojos, la dejé pasar...

Diálogo de amor

-Abrázame en silencio, sin palabras abrázame fuerte, no digas nada déjame sentir tu piel, de mar mojada; déjame oir tu corazón que el mío graba.

Diálogo de amor Me escribió ella: -Abrázame en silencio, sin palabras abrázame fuerte, no digas nada déjame sentir tu piel, de mar mojada; déjame oir tu corazón que el mío graba. -Susúrrame al oído lo mucho que me amas susúrrame palabras esperadas créeme si digo estoy enamorada créeme mi ser angustiado, te reclama. -Cúbreme con tus brazos y la mirada cúbreme y toma éste amor en llamaradas escúchame cuando te llamo en pensamiento escúchame, te necesito, no miento. -Bésame y bebe mi ternura bés...

La catacumba

... como todos sus compatriotas, era un verdadero charlatán; pero en cuanto a vinos añejos, era sincero.

Había soportado las constantes injurias de Fortunato. Pero cuando éste llegó al insulto, juré vengarme. Vosotros, que conocéis tan bien la naturaleza de mi carácter, no llegaréis a suponer, no obstante, que pronunciara la menor palabra con respecto a mi propósito. A la larga, sería vengado. Este era ya un punto establecido. La misma decisión con que había tomado la resolución, excluía toda idea de peligro por parte mía. No solamente tenía que castigar, sino castigarlo impunemente. Una injuria queda si...

La pesadilla del último viaje

Llevábamos a bordo fibra de corteza de coco, azúcar morena de las Islas Orientales, manteca clarificada de leche de búfalo y granos de cacao. La carga había sido mal estibada y el barco escoraba.

La pesadilla del último viaje

Después de muchos años de viajar por el extranjero, en el año 1842, me embarqué en un puerto de la próspera y populosa isla de Java, en un crucero por el archipiélago de las islas Sonda, en calidad de pasajero, inducido por una especie de nerviosa inquietud que me acosaba como un espíritu malévolo.

Nuestro hermoso navío, de unas cuatrocientas toneladas, había sido construido en Bombay en madera de teca de Malabar con remaches de cobre. Transportaba una carg...

Rosita (II)

Después del relato Rosita publicado el 24 de Junio de 2002, continuamos así

Al día siguiente, cuando aún no apuntaba la aurora, salté de mi cama, entré a la regadera, con agua fría, para evitar que el ruido del calentador despertara a mis gentes, me bañé, peiné y vestí en escasos cinco minutos. Salí con mucho cuidado para que no me oyeran y corrí, no, no corrí, volé a casa de mi Rosita. No sabía que hacer para llamar su atención, pero no fue necesario; ella, al igual que yo deseaba este encuentro y estaba lista esperando mi llegada. Cuando me vio venir por el fondo de su call...