Reencuentro mágico
qué húmeda estaba podría follarme ahora mismo y su polla se deslizaría por mi túnel sin ningún tipo de impedimento.
Era una noche de invierno, en la calle los árboles se movían de un lado hacia otro, el viento hacía insoportable la estancia fuera, demasiado frío, por lo que decidí despedirme de mis amigas y regresar a casa. Estaría sola pero la imaginaba muy caliente, era lo que necesitaba.
Al llegar, abrí la puerta y pude ver todo un ambiente espectacular, incitante, mi novio había vuelto antes que yo y se había tomado la delicadeza de recibirme como a una princesa. Observé cientos de velas encendidas por to...