Una extraña (I)
Ella estaba muy caliente y él se ofreció a solucionarle su problema, llevándose una gran sorpresa.
Circulaba por la ruta a velocidad normal, el paisaje era como para pararse a admirarlo por lo bello. Una carretera extensa, prolija, lisa como una mesa de billar. El cielo traía desde el oeste amenazantes nubarrones de tormenta. En el estéreo del auto escuchaba música vallenata, antiguos temas que no me costaban mucho conseguir en las disqueras de Valledupar. De pronto, pasando una curva veo algo imposible de creer, una señorita parada al costado del camino haciéndome señas para que me detuviese. Dud...