Nuestros propios juguetes
La botella entro casi hasta perderse.
Por cuestiones de trabajo mi novia y yo estábamos en ciudades diferentes, distantes unas 6 horas en autobús.
Ella 30 años morena, buen cuerpo, caliente. Yo 49 años dispuesto a satisfacer sus fantasías y las mías. Era un día especial, habíamos planificado como seria ese encuentro. Por teléfono y por Chat ya nos imaginamos nuestra fantasía. Ella quería ser penetrada por una botella...
La esperé en el Terminal de pasajeros, fuimos a cenar y de ahí al hotel.. Ya tenía una cava con cervezas, y u...