EL DESCONOCIDO La luz del día entraba por la ventana, como todos los días sonaba el maldito despertador, me incorpore con los parpados aun pegados a los ojos, me dirigí hacia la ducha y abrí el grifo del agua caliente. - Buenos días Carol - me dijo Fran, que ya estaba preparado y listo para irse. Aunque me encontraba cansada, estaba contenta porque por fin era viernes, había sido una semana cargada de muchas tensiones y mucho trabajo. Fran se despidió de mí para dirigirse al gimnasio antes de entrar a tr...