Manuel el macho (4).
Manuel, mi macho, comienza a acariciar la idea de follarse a mi novia.
Manuel tenía razón: después de que me follara por primera vez, sentí que le pertenecía por completo. Cada vez que le apetecía, me llamaba y se la chupaba o me follaba. Eso sí, yo no podía llamarle a él. Tenía que estar a su disposición. Su mujer, al parecer, era algo celosa y por ello tenía que planificar bien sus movimientos. Se la chupé en el coche, en los baños de varios centros comerciales, en un cine… Me montó en el aparcamiento de un aeropuerto y en una playa.
Sin embargo, quería más. Como he co...