Mi sobrina Sandra (I)
Un tío siente una pasión incontrolable por su sobrina, con la que logra hacer realidad sus fantasías casualmente.
Sandra me observa fijamente mientras avanzo con mi verga en la mano dirigiéndola a la entrada tan deseada. Su frente está perlada de sudor, la falda a la altura de su cintura, sus calzones botados en alguna parte y sus senos al aire. Sus piernas abiertas esperan el visitante que goloso está presto a penetrarla, a hacerla mujer, a desflorarla. Si, desflorarla.
Sandra tiene veinte años y soy el primer hombre al que se entrega. Soy quien recibe su virginidad y la hará mujer.
También soy su...