Horas en solitario
Una mujer casada descubre que sus horas en solitario las puede pasar de lo mejor con sus mascotas.
Este es un relato que escuché hace mucho tiempo, os lo cuento ya que me pareció interesante y no quiero que con el tiempo se vaya a perder.
Raquel y Eduardo llevaban ocho años de casados y no tenían hijos, ella era una mujer sumamente hermosa a sus treinta y dos años, contaba con un cuerpo excepcional, blanca, cabello castaño oscuro, ojos verdes, largas piernas, un buen par de tetas y un culo de espanto. Eduardo por su parte era un hombre de treinta y cinco años, de piel un poco curtida por el so...