Un sueño

Que difícil es soñar con un buen amigo

Tremendo sueño que tuve, demasiado real para mi gusto, para colmo con un amigo de mi trabajo, me desperté desconcertada, pero con la necesidad de recordar cada detalle.

Las calles empedradas, callejones angostos, casas como salidas del libro del Quijote, había unos lavaderos en el centro de aquella plazuela, en medio de ellos corría un arroyuelo, en donde las mujeres hincadas sobre grandes piedras tallaban la ropa.

Mi ropa era como un camisón blanco de tirantes anchos, largo, de una tela gruesa...