Regreso increible...
Después de un festival, de regreso sola en el tren un hombre decide hacer uso de ella para su placer
Era tarde, estaba cansada y un poco mareada por el exceso de alcohol y de otras cosas menos confesables con las que habíamos acompañado la fiesta de concierto en concierto en aquel festival. Tocaba volver a casa. Era un tren triste, como abandonado, casi desértico pues los pocos viajeros que transportaba dormitaban cada cual en su compartimiento dejando el pasillo en un desolado vacío absoluto a mi excepción.
En ello estaba, mirando por la ventana sin fijarme en mas, cuando un hombre grande y con as...