El chico del tren
Descubro la mejor manera de aprovechar el camino al trabajo en tren...
A las 7:30 de la mañana cogí el tren (medio dormido) para ir a trabajar. Mi rutinario trayecto consta de 40 minutos de tren cada mañana en la que suelo escuchar música acurrucado en un asiento, cerrando los ojos a ratos; aunque, ese lunes los mantuve bien abiertos.
Entré al primer vagón (que suele estar más vacío) después de tirar mi cigarrillo a medias. Al entrar repasé con la vista el vagón, en busca del mejor sitio para sentar-se. Me senté solo en un compartimento, con los pies estirados en el asie...