Me Cojo al Amigo de mi Marido
Me eché sobre la verga como enloquecida. La tomé con ambas manos, la estrujé como si quisiera extraerle el zumo y empecé a besarle el capullo.Mmmm! La agité como una coctelera, la metí con la lengua, la lamí y la chupé.
Quiero mucho a mi marido. Lo amo con locura y nunca le pondría los cuernos de un modo premeditado, aunque, le he sido infiel un par de veces y no estoy muy orgullosa de ello. El pobre no se lo merece. Y si bien las pollas que me comí sí valían la pena, especialmente la última, gruesa, dura, venosa,… Más larga que una comida familiar.
Una no es de piedra. Y cuando abrí la puerta del lavabo de casa y vi a Pedro meando por accidente, me derretí como un helado en agosto. No sabía que el mejor amigo de mi...