Eran tres
El hombre observó a su otro amante, quien había pasado inadvertido todo este tiempo. El rostro de la inocencia perdida era le excitó aún más...
ERAN TRES
LA DESCARGA ELÉCTRICA DEL RAYO, seguida del retumbar de su propio trueno, preñó la habitación de partículas blancas que se clavaron en las paredes, suelo, el techo y el mobiliario. Un hombre de mediana edad se giró sobre la cama. Por unos instantes, pese a la bruma del vino a medio beber en el fino cristal de Baccarat, y el sueño que les embriagaba, acertó a ver la espalda desnuda del chico que escanciaba vino en el interior de la copa.
Desde el primer momento, el chico que ah...