La caída

Había perdido el deseo por su mujer... pero ella no.

La caída de Diego empezó cuando perdió el trabajo, hacía ya un año. Siempre había tenido tendencia a la depresión, y la falta de empleo no hizo más que agudizar esta característica. Solía quedarse sentado todo el día, recriminándose su incapacidad para conseguir otro empleo. Hacía dos años que vivía con Viviana, y ahora ella había quedado como único sostén de la casa. Viviana era lo mejor que le había pasado a Diego: con apenas 23 añitos, ella sí que había sabido salir a trabajar y ganar din...