Reencuentro con la perra pródiga (II)

Cuando nos quedamos a solas, me divertí atando a Laura.

II.- Atada

Ya estábamos a solas en el cuarto de los juegos. Ella ya estaba desnuda cuando me acerqué con las cuerdas. Apoyé una en su hombro, dejando que cayese un bucle sobre su pecho y le agarré de la argolla para que inclinase el cuerpo. Le rodeé el pecho con otra cuerda, seis vueltas de la segunda cuerda rodeaban su teta hasta atarla con la primera. Repetí la operación en el otro seno.

Con los pechos rodeados y sendos bucles libres me recreé en mirar mi obra. Me encanta el shibari y ver...

Reencuentro con la perra pródiga (I)

Hacía tiempo que no veía a Paula. Ni siquiera ya vivíamos en la misma ciudad. Nuestra relación de pareja había muerto, pero seguía siendo mi amiga y mi confidente. Me pidió pasar un fin de semana juntos y no podía defraudarla.

I.- Una proposición indecente

Hacía tiempo que no veía a Paula. Ni siquiera ya vivíamos en la misma ciudad. Manteníamos una buena amistad y hablábamos a menudo. No había semana que no nos mandásemos algún correo, pero la distancia nos impedía vernos lo que queríamos. Que lo nuestro no cuajase nunca fue impedimento para que fuésemos más que amigos, confidentes.

En uno de sus correos me decía "el mes que viene me gustaría ir a verte. ¿Cuándo te iría bien?". Como no sabía exactamente el signifi...

El primer trío de Perrita

Perrita fantaseaba con hacer un trío, pero no se atrevía, por lo que tuve que forzar la situación para que le follásemos dos hombres.

Perrita tenía ganas de hacer un trío, estar con otro hombre, aparte de mi. Pero no se atrevía. Alguna vez habíamos intentado yendo a algún bar liberal, pero a la hora de la verdad, siempre se rajaba. Y cuando estábamos a solas, me insistía una y otra vez en que quería hacerlo. Así que tendría que forzar la situación.

Fuimos al cine. Yo saqué las entradas, tres en total. Una para ella, otra para mi y la tercera para un amigo. Le di a él la suya y esperé a Perrita en un bar donde habíamos quedado. Compr...