El psiquiatra

- ¿Qué pasó después? - Había más hombres esperando su turno. Otra polla gorda y venosa ocupó el lugar de la anterior. Esta vez pude rozar sus cojones con la punta de la lengua. Éste se corrió pronto, sin avisar, a borbotones. La leche rodó inagotable por sus dedos hasta caer directamente...

El psiquiatra

Fabio se recostó en el diván y cerró los ojos mientras Robert, su psiquiatra, cerraba la puerta con pestillo.

  • ¿Qué tal la semana? –preguntó Robert, con aire distendido.

  • Como siempre. Mucho trabajo y poco sosiego. ¿La suya?

  • Muchos pacientes, no puedo quejarme.

  • ¿Alguno como yo?

  • Absolutamente ninguno.

En realidad, Fabio ya no era paciente. Hacía meses que no necesitaba seguir viendo a Robert, (de hecho el psiquiatra ya no le cobrab...

La muerte nos sienta tan bien... 7

¿Crees en los héroes?

Empecé a escuchar sus voces antes de poder mover un sólo músculo.

  • Vamos, córrete. En su cara.

  • Uf, todavía me falta un rato.

  • Llénale toda la cara de lefa, por hijo de la gran puta.

En aquella casa cada vez que me despertaba encontraba gente follando.

  • ¿Y si se despierta?

  • Esa es la idea.

  • Esto es raro, tío.

  • Pues espera a que vengan los demás. Han programado una

bukake.

No podía saber quienes hablaban, estaba tan aturdido que no era capaz...

En el último minuto

Metí la caravana por el camino de tierra que, supuse, era el que Líber consideraba adecuado para no ser sorprendidos, y me alejé lo suficiente de la carretera como para conservar una total intimidad en caso de que la novia regresara en busca nuestra.

En el último minuto

Eran pasadas las doce de la medianoche. Conducía mi autocaravana en dirección a un área de servicio, dispuesto a pasar otra deliciosa noche de soledad en compañía de un buen libro electrónico y mi iPad. Desde que mi mujer me había abandonado (tras encontrarme en la zona de jardinería de un centro comercial tragándome la lefa de un señor) dedicaba mis días a viajar por toda la península, disfrutando sobretodo de la gastronomía de los rincones por donde me dejaba caer, y dedicaba m...

La muerte nos sienta tan bien... 6

Para bien o para mal la vida de nuestro protagonista está a punto de dar un giro hacia... lo desconocido.

No paraba de dar vueltas por el piso, como un animal enjaulado. Estaba fatal de los nervios y tenía un malestar tremendo en el estómago. Por fin llamaron a la puerta. Abrí y me eché en brazos de Juancho, todavía temblando.

  • ¿Qué ha pasado? Cuéntamelo todo -dijo, con sus tremendos ojos azules llenos de amor.

  • Me ha chantajeado.

  • ¿Lían? ¿Con qué?

  • No puedo decírtelo –contesté.

  • ¿Trapos sucios?

  • Alguien de mi pasado.

  • Rafa, si hay alguien en quien puedas confiar...

En la frontera del agujero negro, III

Fred se enfrenta por fin al telépata quien tratará de descubrir quién mató al capitán Gerard.

La sala de interrogatorios estaba casi a oscuras. Loran, el telépata encargado de la investigación, estaba sentado frente a mí, condenadamente serio. Había pedido que nos dejaran solos. Al parecer necesitaba silencio, calma y tranquilidad para hacer lo que quiera que  hiciera con la mente. Yo tenía un disruptor preparado para dispararle si llegaba a averiguar algo. Después tendría que huir de la nave y vivir como un asesino renegado de la Alianza por el resto de mis días. Pero si no había más remedio, lo ha...

En la frontera del agujero negro, II

Capítulo nuevo, éste nunca ha sido publicado en mi blog xD La primera parte de esta historia en Todorelatos es un compendio de todas las partes publicadas anteriormente. Y ahora, la continuación. (Espero vuestros comentarios como agua de mayo).

La lanzadera que traía al telépata de la Unidad Anticrimen estaba atracando en aquel momento. Yo había buscado al Primer Oficial Maxwell (ahora capitán) por toda la nave pero sin suerte. Necesitaba hablar con él antes de que el telépata comenzara a investigar la muerte del capitán. Aunque seguía de baja (nadie esperaba verme en el puente por una semana) me pasé por allí tres veces a ver si Maxwell aparecía. La llegada del telépata era un asunto oficial. El capitán no podía escaquearse de darle un buen recib...

Iván, un hermano como Dios manda, II (final)

Entonces mi hermano se sentó en el suelo bajo la máquina y llenó su boca hambrienta con mi culo,ya que mi agujerito y aledaños quedaban expuestos en un enorme boquete en el asiento dispuesto para tal fin.Y aquello ya fue la gloria en la tierra.Empecé a babear completamente enajenado por el placer...

Me desperté con la polla de Iván en la boca. Nos habíamos quedado dormidos después de hacer un 69 que conseguimos acabar a la vez. Si hay una cosa que me encanta en este mundo más que ninguna otra es el sexo entre sueños.

Sin  estar totalmente despierto empecé a besarle las pelotas hasta que una nueva erección y un gemido de placer me indicaron que Iván también se había despertado.

El reloj de la mesita me informó de que eran las tres de la mañana.

  • Tamara se va a preocupar. Debes irte -...

Sorpresa con papá, 6

Gay Filial. Abrí la boca y dejé que me introdujera todo el falote. Me sentí en el paraíso. Ningún otro hombre me haría sentir nunca lo que me hacía sentir mi padre. Ninguna otra polla podía calmar mi apetito. Estaba condenado y era delicioso.

Llamé a la puerta y esperé. Llevaba una botella de vino y estaba muy nervioso. Abrió Jaume.

  • Llegas tarde - susurró. Él también parecía nervioso.

  • ¿Y papá? - pregunté.

  • En el baño. Escucha. Se me han ocurrido algunas mamonadas.

  • Miedo me das.

  • He conectado las cámaras de tu padre. Durante la cena di que tienes que hacer una llamada o algo y métete en su habitación. Podrás ver lo que le hago por el ordenador.

No me dio tiempo a preguntar qué pensaba hacerle durante la...

Sorpresa con papá, 5

Gay Filial. No había donde esconderse y había luz suficiente para que Jaume me viera perfectamente. No me sirviría de nada darme la vuelta o ponerme a buscar algo en los bolsillos de la chaqueta manchada de lefa sobre la que estaba sentado para ocultar mi rostro de su mirada. Jaume me había visto...

No había donde esconderse y había luz suficiente para que Jaume me viera perfectamente. No me sirviría de nada darme la vuelta o ponerme a buscar algo en los bolsillos de la chaqueta manchada de lefa sobre la que estaba sentado para ocultar mi rostro de su mirada. Jaume me había visto y me había reconocido.

Tuvo el buen juicio de no hacer ningún comentario y continuar su camino hacia el baño como si no me hubiese visto. Yo recogí mis cosas y lo seguí, metiéndome en el segundo baño y cerrando la puerta...

En la frontera del agujero negro

El primer oficial Maxwell me pertenecía aunque él todavía no lo supiera. Me acerqué a su miembro, aprovechando que el capitán aún le lamía el pecho, y observé como la mano diestra del capitán lo descapullaba y volvía a encerrarlo en su cárcel de piel lentamente, una y otra vez.

En la frontera del agujero negro

Estaba haciendo mi ronda de las 21, cuando vi al primer oficial llamar con los nudillos a la puerta del capitán. Me pareció cuando menos curioso que no usara el intercomunicador. El capitán abrió la puerta enseguida y vi que estaba en bata, como si acabara de darse una ducha sónica o estuviera a punto de acostarse. El primer oficial entró raudo y el capitán apresuró el sellado de la puerta de forma manual.

Algo en la forma de actuar de ambos llamó mi atención...