Compré una chupada
Aunque Juan Pablo nunca habia tenido sexo fue un gran negociador a la hora de cobrar por una chupada.
Mis pensamiento viajaban a gran velocidad, el resultado de ese negocio mejoraba mi forma de vida considerablemente, no cabía de la felicidad; y fue entonces cuando el autobús paro y se subió el joven mas hermoso y apuesto que yo hubiese visto, se llamaba Juan pablo, un moreno de dieciséis años, ojos color miel, 1,80 de estatura espalda ancha y muy bien formado, con una sonrisa de inocencia y unas nalgas que enloquecen a cualquiera. Al verlo me quede atónito, transcurrió el viaje y mi imaginación no ha...