Depredación XI
Disfrutando de otras presas, que hace descansar sus demonios internos.
Vic: No preguntes nada. Dejémoslo así. Te voy a llamar un taxi.
Celeste nada más obedeció, esperaron el taxi, al llegar este se despidieron de beso en la mejilla y partió. Vic. había dicho que dejaría que C. hiciera su vida, pero se refería a que lo hiciera fuera de su vista bajo el dicho de "ojos que no ven, corazón que no siente", porque de otra forma ella no podía dejar pasar que se le acercaran.
Erich Fromm en su escrito "El arte de amar" ya nos...