[1] El trabajador de hotel.

Precuela: Está prohibida la entrada a la habitación 417, pero la curiosidad por saber qué hay detrás de la puerta lleva a un empleado a cometer algo que no debe.

El cocinero derramó la masa madre en dos cuencos y los dejó cocer al horno mientras Iaksa calentaba su pincho de malvaviscos.

—Odio estar aquí. Solo soy un simple recepcionista de hotel. Ojalá pudiera tener uno de esos trabajos que te hacen rico —dijo Iaksa al cocinero mientras se dirigían al almacén.

Abrió la puerta de un golpe enfurecido.

—Relájate, te vas a cargar mi preciada cocina. Adoro este sitio. Su encanto, el olor de las flores del restauran-

—¿Pero qué diablos? ¿Te...