Tras la jornada laboral
Esperaba que volvieses del trabajo a mediodía para que me vieses masturbarme. Por la noche te esperaría, con un corsé y unas ligas, dispuesta a lo que fuese.
Habías estado toda la mañana trabajando y faltaba poco para tu llegada. Yo me imaginaba cómo sería porque había estado pensando toda la mañana en ti, en el momento en que con una insinuación notara tu erección bajo los pantalones.
Ya lo tenía todo pensado, como me encontrarías cuando abrieras la puerta de tu casa. Faltaba poco para este momento. Fui directa a tu cama y antes de dejarme caer en ella me quité la camiseta y los pantalones. Sólo verías mi conjunto de lencería roja. Y escuché como introduc...