Fiesta con sorpresa
De cómo salir de fiesta para desconectar se convirtió en una gran noche
Un sábado por la noche me decidí a salir. No tenía con quien, tampoco me hacía falta. Había sido un duro día de trabajo rodeado de gente y necesitaba desconectar yo solo.
Me puse mis mejores galas porque también quería gustarme y sentirme cómodo.
Puse camino hacia la puerta del sol y desde allí iría a los garitos más cercanos.
En el primero no había mucha gente, lo que me vino bien. Me bebí una 1906 tranquilamente mientras contemplaba a las mujeres y a las parejas que había. Al acabarla fu...