Sin límites (V: Tres en una cama)
Ernesto disfruta de Mirtha, su joven secretaria y después, como en un sueño, tiene un encuentro con ella y con su madre, los tres entregados al placer del sexo.
Las revelaciones que acababa de hacerme Paola me habían dejado sin habla. Era mucho más de lo que yo me esperaba, pero el resultado era magnífico, ¡al fin podría tener dos mujeres en mi cama!. Mi sueño se volvería realidad y no haría nada que pudiese estropear lo que ya estaba planeando.
Sí, es cierto aquí retomo yo el relato de nuestras aventuras creo saber cómo hacer para que Yolanda me lo cuente todo. Tal vez ella piensa que soy uno de esos hombres que, en su estrechez mental, no saben...