Sin límites (V: Tres en una cama)

Ernesto disfruta de Mirtha, su joven secretaria y después, como en un sueño, tiene un encuentro con ella y con su madre, los tres entregados al placer del sexo.

Las revelaciones que acababa de hacerme Paola me habían dejado sin habla. Era mucho más de lo que yo me esperaba, pero el resultado era magnífico, ¡al fin podría tener dos mujeres en mi cama!. Mi sueño se volvería realidad y no haría nada que pudiese estropear lo que ya estaba planeando.

Sí, es cierto – aquí retomo yo el relato de nuestras aventuras – creo saber cómo hacer para que Yolanda me lo cuente todo. Tal vez ella piensa que soy uno de esos hombres que, en su estrechez mental, no saben...

Sin límites (IV: Yolanda)

Paola, la sirvienta, le cuenta como fue seducida por Yolanda, su esposa.

Yolanda

Aquella revelación la estaba esperando, no quería que Paola se diese cuenta. El ver a mi esposa con otra mujer me había hecho entrar en otro mundo, un mundo donde el sexo y el placer ocupaban el primer lugar. Sentado, con el vaso de whisky en la mano, mirando a mi sirvienta que, para frente a mí, prácticamente esperaba una orden, me imaginé en breves instantes un montón de imágenes donde Yolanda, mi querida esposa, hacía el amor con Paola. Debía continuar averiguando, y así lo hice. ...

Sin límites (III: Paola)

Ernesto decide buscar una explicación a lo que acababa de presenciar y su sirvienta Paola le explica.

Paola estaba terminando de limpiar el piso de la cocina. Era realmente hermosa. Su cuerpo se movía con ligereza y sensualidad, aún cuando estaba trabajando.

Por alguna razón que no pude saber, ya que estaba de espaldas a mí, tuvo que inclinarse y entonces se me presentó una visión paradisíaca.

No estaba usando bragas y todo su culo se me ofreció como un manjar, junto a la fugaz visión de su entrepierna. Aquello fue la gota que colmó la copa de mi sensatez.

Abrí la puerta de golpe. Ell...

Sin límites (II: La sorpresa)

Al llegar a casa, Ernesto se lleva una tremenda sorpresa cuando ve a su esposa hacer el amor con otra chica.

Durante el camino a casa estuve pensando en las palabras de Carmen, en la picardía que bailaba en sus ojos mientras me hablaba, en lo provocador y escabroso del tema. Para mí siempre había sido natural que tuviese alguna que otra aventura, pero no me gustaba la idea de compartir a mi esposa. Sin embargo, me consideraba un hombre sin prejuicios y a decir verdad, si yo podía gozar fuera del matrimonio, ¿por qué mi esposa no lo haría?. Tal vez todo fuera como dicen algunos, que algo de aventura le da sab...

Sin límites (I: Mi asistente)

Poco a poco Ernesto va descubriendo un mundo nuevo, con la ayuda de varias mujeres, entre ellas su esposa.

Aquel día no tenía ganas de trabajar. Me levanté a duras penas, fui al baño, después desayuné, me vestí lentamente, siempre pensando en volver a la cama, en sentir el calor de mi esposa. Entonces me acerqué despacio, sin hacer ruido para no despertarla. El calor era insoportable y por eso dormíamos casi desnudos.

Fui recorriendo su cuerpo con la vista, sin prisa, admirando sus piernas torneadas, sus firmes muslos, su cintura estrecha, su vientre plano, su pubis oscuro y sus casi ocultos labios v...

La dicha eterna (I)

Descubriran el placer del sexo en familia.

Para ti, linda mía, increíble mujer llena de vida y sexo, escribo este cuento, el cuento de un joven mimado por la suerte, que casi alcanza el cielo para siempre y se perdió la dicha de la eternidad por preferir la gloria de un momento.

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Guillermo nació en un hogar de lujo y ya había cumplido los 17 años. Tenía una hermana, Rocío, 3 años mayor que él, y que estudiaba en la Universidad, en Europa. Era una joven hermosa, alta, de cuerpo esbelto, desinhibida, excitante, en honor a la cua...