Debajo de la Mujer (2)
Estar bajo las nalgas de ellas debe ser el destino de todos los hombres.
Favor no leas este relato si no has leído la primera parte antes. Gracias.
Mi cara fue la silla de mi amiga Elena durante unos 30 minutos aproximadamente mientras mantenía una amena conversación con Clara. Ella se sentaba firmemente, otras veces se arrellanaba, en ocasiones cuando se agitaba la conversación, ella se movía al ritmo de lo que iba platicando, otras veces la sentía cruzar las piernas. Mientras yo, sólo estaba allí. Inerte, sin poder moverme, sin poder hacer nada. Mi razón de estar v...