Bajo la escalera

Primero nos calentamos, pero con tanto calentón no aguantamos hasta el trastero. Continuación de mis anteriores relatos con clara...

Un día llegué a casa de Clara y estaban solas ellas y su madre. Clara me dijo que su padre se había ido al campo de fútbol y se había llevado todas las llaves... incluida la del trastero. Aquello me cayó como un jarro de agua fría, porque llevaba más de un mes sin verla y tenía muchas ganas de ella, de oler su perfume, de acariciar su suave piel, de perderme en sus curvas siempre tan deliciosas, de saborearla entera. Supongo que ella notó algo en mi mirada, porque me cogió la mano y me dio un rápido b...

Los baños

Clara viene a mi ciudad. Un bar de copas, un baile caliente...

Clara y yo seguíamos lanzándonos cada vez más, haciéndolo cada vez en sitios más arriesgados. De vez en cuando lo hacíamos en sitios más normales, pero en esos casos también conseguía que llegara al orgasmo. No estoy seguro, pero yo lo achaco a esa forma de masturbación que me enseñó aquel libro maravilloso, esa forma de encontrar su punto G.

He de deciros que Clara no tenía costumbre de visitar mi ciudad. Siempre pensé que era por sus padres, ahora pienso que tampoco ella quería venir. Así que...

Los vestuarios

Un día, llegué a casa de Clara y me dijeron que estaba en el campo de fútbol, limpiando los uniformes. No podía imaginar lo que pasaría luego.

Bueno, esto es la continuación de mi anterior relato, con Clara en el trastero.

Antes que nada, volveré a daros la descripción de Clara y mía, para los que no os acordéis o no hayáis leído el anterior relato.

Clara era una chica algo menor que yo, de 19 años. Estatura mediana, morena de ojos verdes y delgada. De pechos maravillosos y trasero pequeño pero bien puesto, era, en definitiva, una auténtica belleza.

Respecto a mí, entonces era más delgado que ahora, ligeramente más alto que...

Con Clara en el Trastero

Nunca había conseguido que Clara llegara al orgasmo y de pronto, gracias a los consejos de un libro, descubro que es multiorgásmica.

Hola. Me llamo Raul y actualmente tengo 33 años. Lo que les contaré a continuación me ocurrió hace ya 13 años, cuando tenía 20.

En aquella época yo salía con una chica algo menor que yo, de 19 años. Estatura mediana, 1'75 aproximadamente, morena de ojos verdes, delgada y con unos pechos que desde el primer momento me dieron ganas de acariciar, lamer, chupar, adorar. Eran maravillosos, firmes y duritos, con un pezón negro pequeñito. No tenía demasiado trasero, pero tampoco lo necesitaba. No exage...