No son cuernos, sino morbo (i)

Una cálida noche de verano madrileña puede dar pie a una tórrida aventura si sabes dejarte llevar

Si me enrollo con una mujer, ¿lo considerarías cuernos, cariño?

Esa pregunta me hizo mi novia cuando salía, aturdido por el vaho y calor de la ducha, del baño con una toalla enrollada a la cintura cubriendo la parte inferior de mi cuerpo. En un principio no le presté atención a su comentario, creí haber oído mal, aunque bien es cierto que experimenté ligera reacción física ante sus palabras, pero consideré que eran figuraciones mías. Así y todo, seguí con mi procedimiento habitual al salir de la ducha...

Imagino tu regreso

La pasión desatada de una pareja que ha permanecido un largo tiempo sin verse.

Imagino tu regreso

Como quien disecciona un mapa.

Apareces en el marco de la puerta hermosa. Rubia platino, ojos verdosos de mirada tierna que ahora me examinan con un toque pícaro y deseoso. Tu blusa blanca y fina, transluce un sujetador negro de suave apariencia que deja ver buena parte de tus níveos pechos. Una falda negra por la que asoman unas delgadas y sexys piernas enfundadas en unas medias de rejilla. Mi erección me expone a tu deseo.

Entras y cierras la puerta, me abrazas. Siento...