Malena: esa hembra insaciable

Malena no puede evitar sentirse atraida por su macho, y busca el placer con él a toda costa.

Amanecía la primavera en sus hombros desnudos, apenas sin tiempo para recordar lo que había pasado. Todo en ella eran preguntas: "¿dónde estoy?, ¿qué hago yo aquí?, ¿qué hora será?". Sus manos empezaban a quedarse frías, y sus ojos, clavados en el techo rancio y pintado de blanco, intentaban acelerar el recuerdo en la memoria. Sólo sabía que estaba desnuda y que se encontraba exhausta. Esa noche había cabalgado su cuerpo a lomos de la pasión.

Miró al trasluz de la puerta del cuarto, y pareció adi...

Me follé a tres hembras de bandera

De cómo me follé a tres mujeres impresionantes en los baños de una discoteca, y cómo gritaban, las zorras.

En cuanto la ví en la discoteca, sabía que me la iba a follar. Tenía unas tetas enormes, firmes, que se pegaban a su vestido ceñido, haciéndola provocativa, irresistible. Su culo se movía al son de la música, y sus piernas daban la sensación, desde la distancia, de ser de seda. Entre ellas, ese triángulo mágico que encerraba un volcán, sin duda, en erupción, un volcán cuya lava salía por sus ojos, en forma de lascivia. Me miró una vez, sólo una, pero supe bien lo que quería. Era hora de darle de comer...