Orgía de fuego

Nos quedamos K.O. los cinco

Hola, me llamo Juan, tengo veintiún años y soy de Madrid, tengo un apartamento en frente a la Puerta del Sol. Vivo solo, soy alto, de pelo negro y ojos verdes, suelo llevar chiva y visto siempre de Arman. No tengo novia, y no es de extrañar, por la historia que os tengo que contar a continuación.

Hace tan solo dos semanas que pasó lo más increíble que me ha pasado en mi vida sexual. Estaba yo con dos amigos en una discoteca del centro de Madrid, eran Jonathan y Alberto, Jonathan es rubio de ojos azule...

La acampada

Todos notábamos como el calor se iba haciendo cada vez más con el grupo, todos mirábamos impacientes cual iba a ser el siguiente movimiento

Esta historia es algo que no se oye por ahí todos los días. Hace ya algunos años me ocurrió la cosa más salvaje y lujuriosa que me había pasado jamás. Mi novia en aquellos años que se llamaba Delia y yo habíamos decidido ir a un campamento de verano a un lago de las afueras del pueblo. El viaje en coche fue el precalentamiento a nuestra historia de pasión, pues en un reposadero de estos que hay por los caminos de las montañas nos dio por “descansar” un poco de la carretera pero a Delia le entraron ganas de...

Mi primera vez

Estaba en la gloria, las tres gritaban de una manera que hacía que me excitara más aún

Hola, mi nombre es Marcos y vivo en la calle Gabriel Jáez de Alicante. Tengo veintiún años, soy rubio, de ojos azules, estatura media, fuerte, casi ni tengo grasa en el cuerpo, ah sí! se me olvidaba, y una buena tranca entre mis piernas, no me las echo de duro, sino que es verdad, empalmada me mide veintidós centímetros, eso se sale de lo normal. Estoy aquí para contaros la historia de mi primera vez, la primera vez que me acosté con una chica. Yo tenía entonces 18 años y era todo un semental, me pasaba el...

El taxita

Ella gritaba y me miraba por el espejo retrovisor, me echaba miradas de puta y me sacaba la lengua, cogía dos dedos de su mano y se los metía en la boca incitándome, yo estaba totalmente cachondo

Mi nombre es Manuel, y ejerzo de taxista en la ciudad de Las Palmas, la verdad es que es un trabajo muy cansado, todos los días tienes que estar horas y horas sentado, conduciendo para aquí, hiendo para allá, y lo peor es aguantar a la gente. Pero ser taxista tiene también sus buenos momentos y sus anécdotas, como la que os voy a contar:

Una noche de Agosto –no me acuerdo muy bien qué día exactamente- me dirigía hacia la plaza de San Telmo por la calle de León y Castillo, cuando veo un dedo en alza qu...

El vagaundo

Yo me duche y me fui a mi habitación, dejé la puerta abierta por si se le ofrecía algo y me puse a leer con un flexo encendido, al cabo de media hora más o menos, dejé de leer, apagué la lámpara y me acosté, aunque no podía dormir. No sé qué pasó después que sentí mucho calor, miré hacia atrás y vi a Carlos (que era su nombre), acostado conmigo en la cama

Tengo el pelo rizado y hasta la mitad de la espalda, soy pelirroja, mis ojos son castaños, mi boca no la considero grande (aunque sé besar muy bien), mi piel es color blanca, mi nariz chata y afilada, no tengo mucho cuello, soy de cuerpo delgada (aunque no tanto), siento como si mis piernas fueran más grandes que mi propio cuerpo, tengo los pechos pequeñitos aunque me han dicho que disfrutan mucho con ellos, tengo veintinueve años y me llamo Lisa. Perdí la virginidad a los diecinueve, aunque la historia que...

Una zorra en el establo

Fue cuando se me acercaron los otros dos y terminé follando comiéndome tres pollas a la vez

Me llamo Bea, tengo 31 años, llevo el pelo suelto de color negro y lacio, tengo los ojos grandes de color miel y mi boca es muy apetitosa. Mi cuerpo según dicen es de modelo y tengo unos buenos pechos con los que hago disfrutar a cualquier hombre que se me ponga a tiro. Os voy a contar la historia de cómo me follé a tres jinetes en un establo, rodeada de caballos y en el heno.

Yo acababa de terminar de ver una carrera de caballos en la que había ganado mucho dinero, pues había ganado el jinete al que...

La vecina

-Ven, ven Ricardo, deja de hacerte pajas como un loco y prueba un coño de verdad- me dejó alucinado, me estaba diciendo que me la follara.

Me llamo Ricardo, soy de Sevilla, tengo el pelo moreno y la piel blanca, soy alto, fuerte y galán (según las mujeres). De lo más íntimo puedo decir que soy una fiera en la cama y de tamaño estamos bien. Tengo veintiocho años, aunque la historia que os voy a contar pasó ya hace once años. Estaba en el instituto, era un chico estudioso (vamos, que no suspendía) y muy amañado para los trabajos manuales, aunque en el tema de llevarme a una chica al huerto lo tenía más mal; no porque fuera feo, al contrario, por...