Aprobada por los pelos
Una joven comprende que aprobar las asignaturas no es tan difícil como creía.
Mi profesor tenía pinta de no haber practicado el sexo en su vida. Parecía que únicamente le importaba la filosofía y parecía que estuviera pensando siempre en sus libros. Era un chico joven muy desgarbado, con el pelo rizado castaño y con unas gafas que no le hacían nada atractivo para mis compañeras de estudios, aunque a mi si que me atrajera con locura.
Cuando me encontraba en sus clases siempre me quedaba embobada pensando en que habría debajo de esa ropa tan simple que llevaba. Yo sabía que...