Al ponerse el sol frente al mar
En un velero, navegando, encontran el placer del sexo en grupo.
Se encontraban en la proa del pequeño velero. Navegaban hacia el sol poniente, dirigidos por el rumbo automático. Una cantidad innumerable de colores anaranjados y violetas se desplegaban ante sus ojos, en lo que se iba convirtiendo en la despedida del sol por aquel día.
Ana se había situado en la parte más adelantada de la proa del velero. En una pequeña pasarela que incluso sobresalía de la proa. Se aferraba a unas maromas de seguridad colocadas a cada uno de sus lados. Bajo sus pies, po...