Qué verano...

Amistad, sexo, humillación, dominación...

Esta historia que comienzo a narrar tuvo lugar el pasado mes de julio. Por aquél entonces yo trabajaba en un banco y, como es conocido por los compañeros del gremio, en estas entidades no se trabajan demasiadas horas a pesar de lo que la gente pueda pensar. Yo, sin embargo, estaba acostumbrado a trabajar muchas horas al día y a no tener tiempo libre por las tardes. Sin embargo, tuve la mala suerte de que me despidieran de esa empresa con costumbres stajanovistas y de ingresar en un banco haciendo labo...