Mi última guerra

Lo precipitado de mi enfermedad me obligó a pasar unas noches en el hospital Sant Eligius sin haber hecho reserva previa de una suitte individual

Lo precipitado de mi enfermedad me obligó a pasar unas noches en el hospital Sant Eligius sin haber hecho reserva previa de una suitte individual (nunca me ha sido grata la idea de que alguien, no perteneciente a mi família, pudiera verme en pijama). A pesar de mis largas discusiones con la recepcionista no pude conseguir alojarme solo; tenia que compartir la 309. Eso si, me consolaron diciéndome que disponía de unas magníficas vistas al mar.

La habitación, decorada grotescamente; sólo poseía un vulga...