Castigada tras bastidores
Por querer provocarle celos a mi novio cuatro desconocidos me violaron y castigaron en el depósito de una discoteca.
Castigada tras bastidores
Las luces de la discoteca iluminaban mi rostro. Yo vestía una falda larga de hilo blanco que dejaba adivinar la mini braga que llevaba puesta. Arriba una especie de sostén blanco por el que mis generosos pechos querían saltar. Los hombres me miraban con deseo. El asunto es que te rejode el ánimo que todos se mueran por ti menos tu novio. Me tenía harta, siempre era así. Y aunque esta siempre me pareció una salida infantil y estúpida, decidí darle celos coqueteándole...