Reformas en mi culo IV
No me hizo falta respuesta. Empecé a lamer su rabo gordo con todas mis ganas intentando meterlo todo en la boca pero me dolía, era bastante ancho
El tercer equipo en reforma fue tan solo un hombre. El carpintero. Era de media estatura, de unos 45 años, moreno y con algo de barba. No era especialmente guapo, pero a mi los bajitos fortachones me ponen. Y este se le veía bastante fornido. Trabajaba a destajo, supongo que para tenerlo todo a tiempo, así que le di de margen dos días. Pero al tercero empecé mi ritual. Me vestí con tanga de color lila y un batín corto, dejando mi pecho al aire. Mientras mi carpintero cortaba maderas yo me tomaba un café en...