Esa partida de cartas

Esas Navidades jugando a las cartas con mi prima Sara

Acabamos de llegar a Salamanca a casa de mis tíos para celebrar las navidades. Acabo de ver a mi prima Sara y he flipado. Ha cambiado mucho del año pasado a este. Mogollón. Una pasada. Qué mayor está ya y sobre todo qué guapa y preciosa está.

Me he quedado flipado. Va guapísima. Qué jersey violeta más bonito lleva con una camisa violeta debajo. Siempre ha sido muy pija vistiendo. Bueno, pija en todo, en el vestir y en todo lo demás. Pero nunca como este año ha estado más guapa y elegante. Casi me que...

Alexandra (parte 3)

Nadie me ha trastornado tanto como Alexandra.

Y si ese jersey gris con camisa blanca fue el inicio del mayor morbo de mi vida aún vendrían muchos más jerseys con camisas que me excitarían fetichistamente lo que jamás pude imaginar. Cierto que los jerseys y camisas que llevaba Alexandra eran simplemente eso, es decir, unos jerseys y camisas normales pero aun así verla así vestida me daba mucho morbo.

Nunca sabré porque me daba morbo fetichista esa forma de vestir, pero a mí me volvía loco y me parecía muy pija siempre así vestida de la misma maner...

Alexandra (parte 2)

Nadie me ha trastornado tanto como Alexandra

Y es que ese jueves cambió para siempre mi relación con Alexandra. Fue un punto de inflexión en nuestra extraña relación y el principio de un cambio radical que ocasionó que me obsesionase más por ella y que dicha obsesión me produjera cada vez más morbo y deseo fetichista. Ese jueves con su jersey gris y camisa blanca iba a ser el principio de algo que a día de hoy me sigue pareciendo alucinante y aún no me creo que llegase a pasar todo lo que pasó.

Solo sé que al ver que ella no reaccionó mal a mi b...

Alexandra (parte 1)

Nadie me ha trastornado tanto como Alexandra

Lo que voy a narrar a continuación ocurrió hace ya bastantes años, casi 10 años, pero es uno de esos recuerdos que nunca se pueden olvidar y tampoco tengo ningún deseo por hacerlo. Yo acababa de montar mi academia, creo que llevaba con ella apenas un año y durante todo ese tiempo por supuesto me había fijado en algunas de mis alumnas pero, a pesar de que algunas fuesen guapas o estuviesen buenas, nunca sentí verdadera atracción por ninguna de ellas. Hasta que conocí a Alexandra, claro, porque nunca nadie me...