Andrea XLVIII, las tres lecciones de mi primita.
Ella sin decirme nada, volvió a meter el dedo en el bol de chocolate y me lo ofreció para chupar. Abrí mi boca, su dedo se fue introduciendo muy lentamente para ser aprisionado entre mis labios y chupado suave y sensualmente, imitando a chupar una polla.
Ayer estaba cocinando cuando unas manos me rodearon por la cintura y una cara se pegó a mi oído para susurrarme "Hola prima, ¿quieres que cocine contigo?"Lo siguiente que hizo fue meter el dedo en el chocolate fundido que tenía apartado a un lado, y se lo llevó a la boca para chuparlo suave y lentamente. Era toda una provocación, verle meter ese dedo en su boca, como sus labios se cerraban contra él, apretándolo y luego se deslizaba tan sensualmente. Me puso cachonda en ese mismo instante y le pregunté si e...