Liberada - guiando a la perdición XI - Final

Como estaba disfrutando de aquel joven macho, que había enloquecido por su cuerpo durante meses y que ahora no podía parar de follarla, cada vez más violenta y más enloquecidamente, penetrándola de un golpe salvaje hasta el fondo

Sergio se desacoplo flácido y agotado, totalmente sudado, cayendo tumbado al lado de Yolanda, recuperando el aliento.

-        Ooohhh…buuuuufff…neneeeee, joder con la viagra...huuuummmmm….que combinación con tú juventud para mi bien….jajajajaja…..

Se giró riendo risueña, con su dulce y femenina voz, atusandose los cabellos de su perfecta melena, mientras sus divinas y perfectas curvas se ubicaban en toda su perfecta turgencia y firmeza.

-        Vamos nene, recupérate un poco y ves al mueb...

Liberada - guiando a la perdición X

Dejando caer una película de champán que se desplazaba sobre su suave piel de porcelana moreno cetrino, deslizándose sobre la esfericidad de las curvas de sus enormes mamazas en forma de gota de lluvia que se desborda por los lados y se junta por el centro, con los extra grandes pezones en punta.

El reflejo del gran espejo de pared del baño del dormitorio de Yolanda devolvía su reflejo con un semblante, que parecía calmado y relajado. Nada más lejos de la realidad.

Yolanda tenía esa capacidad sobrenatural de transmitir neutralidad e incluso felicidad con su rostro de sonrisa enigmática, mientras por dentro estaba a punto de explotar como un volcán.

Y así estaba ahora mismo, con la criaja de nuevo en la casa enseñoreándose de la misma y con la sensación, de que todos los avances hechos ha...

Liberada - guiando a la perdición IX

Se lanzó a chupar, succionar y morder sus enormes tetazas sosteniéndolas con ambas manos para hundir su rostro en ellas y devorarlas como hambre y deseo sin fin.

-        Joder, joder, joder…lo que me pides es muy fuerte, si no tengo cuidado puedo acabar metido en un lio muy gordo, perder el carnet, o incluso que me metan en la cárcel.

Respondía el criajo, cuando Yolanda le explicaba por el chat lo que esperaba de él a cambio de la gran recompensa final, tenerla a su merced para cumplir todo lo que quisiera, cuantas veces quisiera.

-        Pues ahora estamos hablando de todo o nada, nene, o conseguimos que Belén salga en los periódicos y tenga que ir a...

Liberada - guiando a la perdición VIII

Exclamaba ante el espectáculo de aquellas tetazas perfectas, redondas, inmensas, turgentes, liberadas del wonderbra, desafiando la gravedad en su caída natural para repuntar muy erguidas, con sus pezones oscuros extra grandes, erectos apuntando al frente como dos puntas de lanza suaves y macizas.

La resaca le duro hasta el fin de semana al inútil zafio y prepotente de Vicente. Y a pesar del encuentro con Ramón y de la satisfacción personal de hacer cornudo a su marido con alguien al que despreciaba tanto, tanto tiempo de reprimirse a sí misma y los jueguecitos con el niñato fofisano, tenían cachonda perdida a Yolanda.

La meditación, el yoga y las sesiones de consoladores y dildos hasta correrse solo le ayudaban a contenerse en el trabajo y cuando iba con Vicente. En cada ocasión que podía, ves...

Liberada - guiando a la perdición VII

Devoraba ansioso y sediento el cincuentón calvo la superficie de las mamazas y los pezones de ella, que con su mano izquierda sostenía y ofrecía su tetaza izquierda, sus pezones extragrandes duros como piedras empezaron a ponerse muy erectos.

La criaja actuaba cada vez de una forma tal que sacaba de quicio a Vicente, con su ropa de choni buscona, su maquillaje de loro, sus maneras respondonas y siempre ese punto de amenaza violenta en el borde de sus ojos, cuando se enfrentaba a su padre, ya que Yolanda la evitaba de todas las maneras posibles.

Además, cada día fumaba más, inundando toda la casa con el pestazo del tabaco, y sus notas y actitud en el colegio era un desastre, si iba a la psicóloga, pero la escuchaba y luego pasaba de todo, l...

Liberada - guiando a la perdición VI

Como amaba aquella sensación de ser follada violentamente por la boca, de sentir aquel vigoroso trozo de carne humana, hasta la garganta provocándole principios de arcadas, sintiéndolo palpitar sobre su lengua, lo adoraba.

Vicente ya repuesto del estupor de la violencia de la hasta hacía pocos meses su querida niña, andaba como un toro enrabietado y aunque Yolanda tenía que padecer su ira, sus celos y su carácter más insoportable que nunca, no dejaba de deslizar con disimulo siempre que podía lo extraño de aquellos ataques violentos de ira, que podría haberle hecho cambiar tanto el carácter a la niña y a esa edad, que pasaría si como la paliza que había dado en colegio, aquellos ataques de ira histéricos se reproducían en otr...

Liberada - guiando a la perdición V

Se la tragaba entera hasta la base, bañándola completamente en su saliva, y sacándola de una vez de su boca apartándose unos centímetros, abriendo la boca de la que colgaban hilos de saliva mirando fijamente al chico para elevar su morbo al máximo

Como una serpiente pérfida, Yoli iba deslizando en la mente de Vicente la idea del peligro de un embarazo adolescente no deseado, viendo realities con esta temática precisamente cuando se sentaban en el sofá, sin decirle nada para que el tema entrase solo en su mente, comentándole alguna noticia de poca sustancia, pero junto a otra que hablaba del tema, hablando con su amiga Verónica por teléfono a voz en grito, sobre alguna amiga de la adolescencia que se quedó preñada en el instituto, etc…Alguien intelige...

Liberada - guiando a la perdición IV

Mientras el chico con un movimiento pélvico instintivo le golpeaba la raja por encima del tanga, mientras amasaba, mordisqueaba, chupaba y mamaba ambas tetas con desesperación y locura.

Como cada año se celebraba la gala nacional de la compañía de seguros, el clima ideal de la ciudad en el litoral mediterráneo donde vivía Yolanda, la convertía en el lugar perfecto para celebrarlo, y por eso se venía haciendo año tras año en un conocido hotel de la ciudad.

Durante el día en las salas de convenciones del hotel, las diferentes divisiones iban dando lecturas de sus resultados, luego una comida en común de todos los representantes y por la noche una cena de gala y baile en el gran salón d...

Liberada - guiando a la perdición III

Estallo el chico en una corrida, justo cuando se había dado la vuelta, cubriendo con las ráfagas de su simiente toda su morena y suave espalda, leche que goteaba hasta la curva perfecta su espectacular culazo

Llevaba el pelo liso hasta las puntas, con su raya al medio dejando caer la melena castaña oscura, preciosa, sedosa y brillante por los dos lados de su cabeza como los chorros de una magnifica fuente, su frente despejada, su piel cetrina brillante, sus cejas  perfectas perfiladas muy oscuras, sus pestañas de brillante  negro azabache larguísimas y rizadas, la raya de los ojos profundos y negros de embrujo, perfectamente trazada una sombra gris oscura difuminada en sus parpados, un colorete terracota magistr...

Liberada - guiando a la perdición II

Dijo gimiendo y entornando los ojos como una perra, mientras se mordía el labio inferior, para bajarse con las manos parcialmente las dos copas del wonderbra negro de encaje, permitiendo así que se desbordasen, exponiendo sus pezones extras grandes y su oscura areola, pezones que apretaba ferozmente

El timbre de la puerta sonó repetidas veces. Era lunes, empezaba una nueva semana y Belén estaba allí de nuevo. Como era habitual en ella, llegaba a la casa y no saludaba a Yolanda, tratándola como si fuera una extraña, aunque no lograba su propósito, aquella era su casa, su castillo, se lo había ganado y se lo ganaba a pulso soportando ser la esposa del odioso y zafio de Vicente.

Como nadie iba a abrir, Yoli se dirigió a la puerta.

En cuanto se hizo con la casa, había despedido al " servicio",...