Hecho casual

Durante unas vacaciones unos hermanos, chico y chica, de forma fortuita comparten cama. Ella comienza masturbarse a medianoche. Su hermano se despierta y terminan gozándose mutuamente.

Sucedió de la manera menos esperada por mí. Cuando tenía 21 años y mi hermana Melisa, 17. Ambos nos llevábamos como cualquier par de hermanos, con pleitos y demás cosas normales, y nunca ocurrió nada extraño entre nosotros e incluso, nunca había prestado atención a la belleza de mi hermana, que ya tenía atributos de mujer en sus caderas, trasero y senos, a pesar de tener un rostro casi de niña, aunque era un poco bajita entonces, pues medía 1.55 m. Llegaba a usar zapatos de tacón alto y no le faltaban prete...