Convirtiendome en una puta
Mi amigo se convirtio en mi chulo.
A los 17 años había muchas cosas que no entendía bien. Por ejemplo, la insistencia de mis tías en criticar la ropa que usaba. Que si la falda era muy corta; que si la blusa era demasiado transparente; que si iba a terminar de puta etcétera, etcétera.
Por más esfuerzos que hacía para complacerlas o al menos para evitar sus comentarios muchas veces ofensivos, todo parecía inútil. Cada vez se empeñaban más y más en hacerme sentir lo peor de lo peor.
Estaba harta, quería decirles que si,...